viernes, 9 de noviembre de 2012

Viajes en el Tiempo


El truco era sencillo, en teoría. Marty tenía que buscar una fuente de energía que lo ayudara a sacarle 88 millas por hora al DeLorean para regresar al futuro pero lo complicado eran las peripecias que lo llevaban a ese punto de acelerar a fondo para viajar en el tiempo. A veces llaman los del banco a recordarme que el mes pasado no pagué la cuota del préstamo que me hicieron de buena fe - tan queridos y de forma casi desinteresada - pero que si no pago ahí están las centrales de riesgo que son el Coco de los adultos; o llaman los clientes a tratar de sacar ventaja con trabajos cada vez más baratos porque colabóranos Juan que tú eres de lo mejor, o el productor del video o el director a preguntar que al fin qué de cosas, o llama la gente con chismes porque imagínate lo que le pasó a Fulanito que qué cosa más impresionante. Y los oficinistas andan felices porque es viernes y no tienen ganas de hacer nada hasta el martes y qué carajo porque ya es noviembre que prácticamente es diciembre y se acabó el año y ya no se hizo nada y yo en pijama en mi pequeña oficina/estudio porque no quisiera responder correos electrónicos, ni contestar el teléfono a nadie sino a ti, porque la gente anda por ahí comentando y preguntando y quieren saber cada vez más y que nosotros qué y que si sí me voy del país y que cómo van las empresas y que quiubo de la cotización y que cuándo vuelve a tocar Gatoblanco, que lo preguntan de buena fe pero me dan ganas de responder que no tengo idea, que simple y llanamente no tengo idea. Y es probable que al menos durante un rato no les conteste, básicamente porque no tengo teléfono, porque la máquina del tiempo del Doctor Emmet Brown nunca será tan efectiva como la música y la verdad es que se está acabando alguno de los últimos años ochenta y es viernes en la tarde y voy oyendo al Loco Quintero en el asiento trasero del Fiat de mi papá porque vamos hacia alguna finca en Santágueda porque es puente, porque no queremos hacer nada hasta el martes, porque qué carajo ya es noviembre que prácticamente es diciembre y los niños ganaron en año pero fuera de eso ya no se hizo nada.

1 comentario:

  1. Ay, qué entrada tan chévere. Es como sentarse a hablar con alguien, sin ese formalismo tan típico que uno usa cuando hay que escribir.

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