lunes, 27 de julio de 2009

Tu Medicina


¿Te acordás Charlyz cómo en aquel entonces nos parecía graciosísimo sentir una debilidad marcada por las trabajadoras de la salud (que por esos días eran apenas estudiantes de medicina)?
¿Te acordás de las serenatas que no podíamos pagar, de los aviones de papel, de las cartas graciosas, de toda la poesía del cuerpo, de la anatomía, de las celebraciones creativas de cumpleaños y aniversarios, de la voluntad de aplazar el sexo hasta el último momento, de reconciliar el mundo de la música, el de la palabra y el de las patologías, las rotaciones y la terminología excluyente de los médicos?
¿Te acordás que – meses atrás, antes de ellas - Cerati tocó Tu Medicina en ese fabuloso concierto del 28 de mayo de 2000? ¿Te acordás de la prueba de sonido, de la espera, del terrible viaje en un Expreso Palmira al cual se le abría la ventana en plena madrugada sabanera? Increíble que la canción hablara de la muerte de su padre, ¿no? Increíble todo eso.
¿Te acordás de las pilas camufladas entre los pantaloncillos para la cámara y la grabadora de reportería? ¿Te acordás de la dedicatoria en medio del concierto – grabada en cassette porque en aquel entonces no teníamos teléfonos celulares?
¿Te acordás de la magia, del pelo largo que ya dejamos atrás, de las chiveritas alternativas y despobladas (que más parecían moscas patas arriba)?
¿Te acordás que vimos Tango y Cash en el bus de regreso?
¿Te acordás del amor congestivo del final de la adolescencia?

domingo, 26 de julio de 2009

Toco Fondo


¿Cómo sabes quién eres si nunca has estado en una pelea? No lo sé Efraim, creo que antes de agarrarme a golpes con un desconocido sabía mejor quién era. Antes del estrés, antes del desespero, de las oleadas de odio, de la angustia que tengo en el alma por estos días, antes de la furia de mis 27 años. Antes creía conocerme mejor. Hoy me levanté y ese tipo de la barbilla hinchada, del ojo colorado; ese tipo que tenía la garganta irritada de tanto vomitar, ese individuo desnudo en el espejo no era yo, Efra. Es alguien más, es un enemigo que sí se merece mis golpes. Los que no merecía ese desconocido.

sábado, 11 de julio de 2009

PIC NIC en el 301

Noviembre de 2007 - Interior Noche

Salir, abrir la puerta, saludar amigablemente a pesar de que ya casi amanece. ¿Cuánta gente más le cabe a este apartamento? ¿No queda muy al norte como para que lleguen tantos a rematar? ¿Cuál será ahora el sentido de mi vida? La cuenta regresiva se ha acabado, tengo que aprender a vivir de nuevo sin Soda Stereo. Unos yacen en el sofá, otros en el piso, otros tantos en mi cama, Sebastián y Manuel encerrados en sus respectivos cuartos; así que el único lugar para el sexo es el baño o la sala de ensayo. Zeta, mi pobre gato, no puede dormir pues la curiosidad no lo deja. Ahí viene el azul reproche y la música no cesa. Tinto, Santacruz, las fans, los amigos ¿cómo caben todos en mi casa? ¿De dónde sale tanto trago si la plata se nos acabó hace rato? De repente estoy dormido en mi cama, hasta que El Gato me despierta a decirme que quiere poner un disco de Babasónicos. - ¡Marica, no joda! - es mi amigable respuesta. Los últimos invitados salen a las 4:00 de la tarde. La fiesta se acaba y el guayabo comienza. Cierro los ojos con la cabeza apoyada en la almohada. Seis cuadraditos de color naranja repiten esas 2 sílabas de locura: PIC NIC. Y ahí estoy de nuevo, es otra vez la pesadilla, bailando esa canción que no quiero...

-¡Ay no! ¡Esta no es mi noche!

viernes, 10 de julio de 2009

Artistas en Manhattan


Es la fiebre la que me hace soñar cosas tan extrañas. Alcanzo a verme en el espejo del cuarto mientras escribo, e imagino a John Lennon desnudo registrando en su diario de sueños extravagancias fantásticas por encargo de Yoko. Tú duermes porque mañana tienes una exposición importante, y supongo que estás soñando cosas que mañana no vas a recordar; sin la menor sospecha de que en mi sueño no llevábamos la vida cómoda que tenemos ahora como artistas en Manhattan.
En mi sueño vivíamos en ciudades distantes, compartiendo la cama con un hombre y una mujer que no logré distinguir. Soñé que por alguna razón del destino terminábamos separándonos y el plan de vivir juntos se diluía en el tiempo, con cada jornada laboral, con cada bus de regreso a casa, con cada canción de Los Rodríguez que ya no nos servía para no olvidar, con el paso de años y años de no hablarnos y no mirarnos a los ojos. En mi sueño extrañaba tu sonrisa y deseaba volver a verte sobre mi cama enfundada en la cotidianidad de tu uniforme de colegio y sentí una tristeza infinita porque el deseo irremediable de besarte nunca más iba a ser algo posible.
Así que lo hago ahora. Te beso la frente y murmuras cualquier cosa. Te digo que te amo aunque no vas a responderme y me dispongo a dormir de nuevo; pero es como si algo me halara fuertemente del ombligo, como si de nuevo en el techo se proyectaran mis alucinaciones, como si mi cuerpo estuviese otra vez completamente paralizado.
-“Es la fiebre la que te hace soñar cosas tan extrañas” - dice ella. “Yo también te amo” – agrega – “y sigues hablando mientras duermes”.
-“No imaginas lo que soñé” – digo.
-“No lo imagino” – dice mintiendo habilidosamente. “Pero algún día deberías regresar a Manhattan”.

jueves, 9 de julio de 2009

Kat on my mind

Se llamaba Katherine y la noche en que la vi entrar por primera vez al salón de clase tenía quince años y un día de edad. Tenía ojos alargados (casi orientales), labios delgaditos, dientes blancos, un lunar junto a la boca, un pantalón cremoso muy ajustado y una bufanda que no le servía para arropar su timidez.
Un día, tratando de explicarle la diferencia entre las preguntas "Yes or No" y la preguntas "Wh" lancé al aire:
- Do you have a boyfriend?
Y la respuesta fue:
- No, I don't.
Y ahí quedé emproblemado porque no iba a poder preguntarle "What's his name?"
Comenzó a asistir a mis clases. Buscaba ubicarse en el salón en el que yo estuviera. Se mostró interesada en el idioma como no lo hacen las chicas de su edad, que estudian porque los papás así lo quieren. Era preciosa. Era una verdadera tortura. Me encantaba ver cómo sonrojaban sus mejillas cuando yo le hacía una pregunta.
Una vez en clase, practicando ese tipo de preguntas me dijo con los ojos bien abiertos:
- Teacher, do you have a girlfriend?
- Yes, I do.
¿Qué más iba a responder?
De nuevo había una distancia insalvable entre nosotros dos. De nuevo ella tenía 15 y yo tenía 24. De nuevo yo era el profe y ella la estudiante.
Un día decidí dejar de enseñar. Me despedí escribiendo en su cuadreno una nota que decía: "You're a beautiful creature".
Andrés Russo y Sergio Barreneche me contaron que a veces ella preguntaba por mí.

lunes, 6 de julio de 2009

Dissappearing One

Durante años me maté buscando el Euphoria Morning de Chris Cornell, para encontrármelo una mañana de domingo en el mercado de las pulgas de la calle 22.
Esta noche no logro encontrar en línea una versión en vivo de Dissappearing One y eso me desespera. Sin embargo, hurgando en YouTube me encontré una muy buena versión hecha por un tipo X. No me gustan los videos de gente tocando canciones de otra gente, no sé por qué. Debe ser intolerancia de músico. Pero este tipo logró convencerme y alivianó un poco la pena de no poder encontrar una versión tocada por el propio Cornell.
Es una buena banda sonora para una noche en la que quiero desaparecer. Pasar al otro lado de la pantalla, teletransportarme en forma de ceros y unos para alcanzar el lugar y la compañía indicada (si-es-que-tal-cosa-existe).
But tonight I really want to disappear...

Disappearing One - Chris Cornell - 1999
What have you done, my little spark?
Cursing my name 'cause again I put you out
Falling apart, you tell yourself you are
Dreaming only of the ones who never dream of you
I'm your disappearing one
Vanish when the curtain's drawn
But I will come again, and you will let me in
And you'll see I never disappear for long


Into your room I stumble now
Too tired to cower, and it's too late to draw you out
And there you lie like a painting of Christ
Bleeding on the heads of the ones who nailed you down
I'm your disappearing one
Vanish when the curtain's drawn
But I will come again, and you will let me in
And you'll see I never disappear for long

viernes, 3 de julio de 2009

Comentarios Inútiles – I



  1. Hace tres semanas, mientras bailaba Remember the Time apretujado entre dos amigas; me imaginé cualquier cosa menos que Michael Jackson iba a estar muerto unos días después. Michael era un semidiós para los niños que crecimos en la década del ochenta. Durante los últimos años de su vida fue objeto de las más arduas críticas y burlas. Ahora que está muerto es un semidiós de nuevo.
  2. Magic Johnson, quien aparecía en el videoclip de Remember the Time, hizo pública su condición de portador del VIH en 1991, lo que lo obligó a retirarse del ejercicio profesional del baloncesto poniendo fin a una brillante carrera. El año pasado Johnson tuvo que soportar una serie de acusaciones que afirmaban que, al no haber desarrollado aún el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, estaría fingiendo el diagnóstico como portador. ¿Cómo es posible que Magic Johnson sobreviva a Michael Jackson? Magic Johnson nos va a enterrar a todos.
  3. Puedo perdonar casi cualquier cosa: insultos, traiciones y maltratos de toda calaña, incluso proviniendo de personas a quienes consideraba mis amigos. Pero si dejas rastros de harinas en el recipiente de la mantequilla corres el riesgo de llevarte un balazo entre las cejas. Hasta en eso nos parecemos tú y yo, ¿no?
  4. Creo que el fútbol saca lo peor de todos nosotros. El apasionamiento irracional es dañino para cualquier ser humano y este mismo apasionamiento irracional toma en las barras bravas del fútbol la peor de sus formas. Lo peor es que en las sociedades civilizadas del siglo XXI es cool posar de vegano y condenar las corridas de toros o las peleas de gallos, pero no los encontrones a puñaleta que se dan en los estadios porque “el fútbol es la pasión del pueblo” (no es nada en contra de los veganos o los antitaurinos).
  5. El orgasmo es la mejor terapia contra el insomnio. ¿Tienes que madrugar mañana y el sueño no llega? La solución está en tus manos.
  6. Es simplemente una coincidencia macabra que las pocas relaciones de pareja que he tenido en mi vida se hayan dado con mujeres que antes estuvieron emparejadas con amigos míos. Lo que no es coincidencia, sino más bien un acto fallido o una consecuencia de la borrachera es que una vez yo hubiese dicho frente a una sala llena de desconocidos: -¿Qué le vamos a hacer? ¡A mí me gustan los exnovios de mis amigas!
  7. Préstale atención a los álbumes incomprendidos por la masa consumidora de discos o los críticos musicales: Pop de U2, Load de Metallica, Dynamo de Soda Stereo, Magical Mystery Tour de los Beatles, Dynasty de Kiss. Seguro que siempre vas a encontrar una joya.
  8. Scream de Chris Cornell tiene dividido a su público: unos lo odian con fervor y otros lo adoran sobre todas las cosas. La verdad es que es difícil explicarle a un adulto que aún se pone franelas rotas y camisas leñadoras que uno de los máximos ídolos del grunge ha decidido hacer equipo con Timbaland. Como es hora de tomar partido voy a confesar que a mí el álbum me tiene loco: me encanta aunque es muy probable que no venda lo que vendió Superunknown.
  9. Tenía gripa y mi mamá me dijo que mejor no fuera al concierto. La plaza de toros estuvo vacía y Soda Stereo nunca volvió a Manizales.
  10. Me parece tonto ser uribista, chavista, peronista, galanista u obamista; tanto como lo es ser antiuribista, antichavista, antiperonista o antiobamista. La política debería construirse por el seguimiento a las ideas y no por la adoración o el odio hacia las personas.
  11. Sólo conozco dos personas que van a los partidos del Once Caldas (o los ven por televisión) creyendo que el quipo puede ser campeón (Misael Peralta y Ricardo Bustamante). Los demás nos montamos al bus del triunfo y estamos a menos de un mes del próximo paradero.