miércoles, 28 de septiembre de 2011

Comentarios Inútiles 28

1. Habría escrito tres o cuatro comentarios, no sé. De repente el sistema colapsó y el computador no respondía. Tuve que desconectarlo, forzar el cierre del sistema, y cuando regresé todo estaba perdido. Solo recuerdo someramente las conversaciones (porque ya no eran comentarios sino conversaciones) sobre el adjetivo tenaz y sobre Groupon.
2. Según la Real Academia, los significados y usos aceptados para el adjetivo tenaz son los siguientes:
tenaz.
(Del lat. tenax, -ācis).
1. adj. Que se pega, ase o prende a una cosa, y es dificultoso de separar.
2. adj. Que opone mucha resistencia a romperse o deformarse.
3. adj. Firme, porfiado y pertinaz en un propósito.


No sé entonces a cuál de esas acepciones se refieren algunos bogotanos cuando utilizan el adjetivo tenaz, precisamente porque lo hacen casi ante cualquier circunstancia:

- Imagínate que mi mamá no me llama hace días.
-¡Tenaz!

- No entiendo este clima. Uno sale en la mañana bajo un sol canicular y a medio día está lloviendo a cántaros.
-¡Tenaz!

- Increíble lo de Samuel Moreno, ¿no? ¿A qué hora dejamos que hicieran con la ciudad lo que les dio la gana?
-¡Tenaz!

Vaya uno a saber. A lo mejor el provinciano bruto soy yo, que no logro encontrar la tenacidad donde habita de forma tan obvia.

3. Hablemos de Groupon. Groupon es otra de esas artimañas utilizadas por el mercado para hacernos gastar el dinero que no tenemos en cosas que realmente no necesitamos. Uno hace su compra y queda feliz porque cree que ahorró dinero cuando en realidad no hizo más que malgastarlo tal y como Groupon y sus secuaces lo deseaban.
Es que uno mira la oferta sin detenimiento. Simplemente lee y se va enganchando: - "Fin de semana romántico para dos personas en el Tapón del Darién. Precio regular: $2'500.000. Precio con Groupon: $1'300.000. Ahorre: $1'200.000." Y uno lo piensa bien y se dice a sí mismo: - "Pues la verdad no está nada caro. Un fin de semana (romántico además) para dos personas por solo $1'300.000. Además yo siempre he querido conocer el Tapón del Darién. Qué lástima porque no tengo con quién ir; porque si tuviera novia muy seguramente me la llevaría a conocer el Tapón del Darién y quedaría como un príncipe." Y si uno no cierra rápidamente la página o el anuncio en el celular, las arandelas de la oferta lo van enganchando: - "No y es que además incluye baño de luna, chocolaterapia, los desayunos tipo buffette en el hotel y una botella de champaña." Entonces uno piensa cómo podría aprovechar esa oferta para ahorrarse $1'200.000 y además conocer el Tapón del Darién y resulta que da con que su querida amiga (que además está también soltera y que también tiene tarjeta de crédito) sería la socia perfecta para hacer ese viaje. Uno la llama y le dice: - "Mirá Lina, ¿viste la oferta que hay hoy en Groupon?". Y ella responde: - "Estaba aquí mirándola. Qué rico ir a conocer el Tapón del Darién." Y no se diga más porque no hay inconveniente, porque uno ya ha compartido habitación y cama con la mejor amiga y qué más da hacerlo otra vez si la oferta caduca en dos horas. Así que 30 minutos más tarde  uno ya tiene el viaje armado y se va de paseo un par después (muerto de la dicha porque una experiencia que normalmente cuesta $2'500.000 le va a salir en $650.000), solo para descubrir que el Tapón del Darién es un pantanero, que los baños de luna son simplemente quitarse la ropa y aguantar frío y que la chocolaterapia es en realidad un pegote insoportable. Si a eso le sumamos los gastos en ropa y artículos para el viaje y la botella de más que se pidió después de consumir desesperadamente la que regalaba Groupon, nos daremos cuenta que siempre sale más caro el caldo que los huevos y que uno está el lunes en la oficina con el correo electrónico abierto, pensando qué carajo va a hacer la próxima vez que vea a Lina; porque esa champaña es peligrosa y uno terminó comiéndose a la mejor amiga en el Tapón del Darién y ahora necesita hacer algo para que las cosas vuelvan a la normalidad. Lo bueno es que Groupon tiene una nueva oferta en la que pagando apenas $50.000 uno puede consumir hasta $80.000 en comida exótica del nuevo restaurante indio que abrieron en Usaquén y esa será la invitación perfecta para encontrarse con ella y hablar de lo sucedido y procurar que las cosas sean como antes de ir al Tapón del Darién. Y además uno se ahorra $30.000. La oferta caduca en 47 minutos.
4. Y pasaron los años y crecimos. Y fuimos perdiendo esa bonita costumbre de dedicar canciones, de adjuntar la letra en cartas escritas a mano, de grabar un casete con aquellas tonadas que te hacían pensar en ella o de hacer un disco compacto, con folleto improvisado diagramado en Page Maker de Adobe.
5. La última vez que icé bandera fue en cuarto de primaria, así que no me condecoran por mis méritos académicos desde 1990. No bailo lambada desde que estuvo en furor en 1989. Por ende, dejé de bailar lambada y me volví un mal estudiante.
6. Ella estaba parada en la puerta del centro comercial con un ramo de flores en la mano. Sacó de su bolso un libro que había hecho durante un fin de semana y en el cual había pegado algunas de nuestras fotos y muchas de las cartas que yo le había escrito. No sé si explícitamente me pidió una segunda oportunidad, pero sí trató de convencerme de que aún teníamos días bonitos por delante. Así como yo solía hacerlo, terminó sintetizándolo todo en la letra de una canción ajena. Era una canción de Julieta Venegas. Pasaron los años y crecimos.  Y fuimos perdiendo esa bonita costumbre de dedicar canciones.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Un problema de tiempo

Acabo de desayunar. Me preparé una tortilla de huevo con jamón, queso, cebolla, tomate y mucha pimienta. Delicioso el resultado. Pensé que hubieras disfrutado este desayuno, sobre todo porque todo llegó caliente a la mesa y al terminar de servir había lavado ya todos los utensilios utilizados.
Sé que no te gustaba mi torpeza en la cocina, ni que me costara tanto trabajo buscar fuentes alternativas de ingresos por fuera de la música; sé que no te gustaba que toda mi ropa estuviera vieja o que mis finanzas estuvieran tan desorganizadas. Sé que hubieras preferido un hombre que pensara más en su familia o su pareja y gastara menos tiempo en mirarse el ombligo, un hombre que estuviera decidido a vivir contigo y a construir todo aquello que uno sueña en la adolescencia pero que yo no estaba preparado para ofrecerte.
A mí me parecía que vivías tu vida de forma muy apresurada, que te trazabas planes inamovibles y que deberías ser más flexible.
Ahora que cocino bien y no dejo la cocina hecha un chiquero, ahora que mis finanzas están saneadas y tengo varias fuentes de ingreso, ahora que hago lo que puedo por ayudar en mi casa y que tú aprendiste a vivir la vida de forma más flexible y adaptable; te miro a los ojos y sé - sin dolor - que el futuro ya no tiene puertas abiertas para que crucemos juntos.
El nuestro fue un problema de tiempo, de cosas que necesitábamos aprender por separado y que ya no podremos aplicar juntos.
Un día prepararé tortillas de huevo con jamón, queso, cebolla, tomate y mucha pimienta. Una mujer disfrutará ese desayuno y la cocina ya estará limpia, y no tendrá que preocuparse porque mi ropa esté vieja o por los ingresos del mes que viene. Dormirá tranquila al lado izquierdo de mi cama y no sabrá - te aseguro que no sospechará nunca - todo lo que tendrá que agradecerte.




Long Gone - Chris Cornell (Scream - 2009)
Baby I used to watch your flowers grow. Now it's raining and all your petals turns to stone. I've been praying, I turn around and see my rose but you faded. You left me now it's time to go.
You're like a diamond and I'm like glass. Like oil and water we always clash. Sometimes my confessions are hard for me. I'll tell you now I'm setting you free.
That's why I'm long gone, long gone. You need to let me fly alone. (X3)
That's why I'm long gone, long gone. It may be to late our time is done.
Baby I think you've got your timing wrong, hating, exploring this while we're riding on. And it's crazy to think that I could be reborn if you saved me. Now it's to late and you'll never know.
You're like a diamond and I'm like glass. Like oil and water we always clash. Sometimes my confessions are hard for me. I'll tell you now I'm setting you free.

That's why I'm long gone, long gone. You need to let me fly alone. (X3)
That's why I'm long gone, long gone. It may be to late our time is done.

With broken wings (with broken wings) I can't fly (I can't fly) I'm gonna need you to save me, angel of mine. With broken wings (with broken wings) I can't fly (I can't fly) I'm gonna need you to save me, angel of mine.

viernes, 23 de septiembre de 2011

Alimón*


*Con @misaelperalta
Nunca entendí la gracia de los lances al alimón. Los dos matadores se paraban frente al toro citándolo desde lejos y cuando este arrancaba abrían los capotes en sendas verónicas simétricas y opuestas que le dejaban al astado una sola puerta de salida por donde corría desorientado. Al lavarme los dientes recordé que Nevermind cumple 20 años esta semana y que se viene una edición de lujo de Achtung Baby y que fue también hace 20 años que salió el álbum negro al mercado... y Ten y Mama Said y Rex Mix y Gish. Tengo estos dientes - ahora amarillentos y reventados por el bruxismo - desde hace más de dos décadas. Me paso la toalla por la cara. Me siento un poco viejo.

La gracia, tal vez, de los lances al alimón puede aplicarse a la (tanta) vida. Por un lado, el tiempo sostiene una esquina del capote y por el otro el azar o el destino. La tela roja como telón y al otro lado, siempre, el día siguiente, el mes siguiente, el año siguiente. En el caso de los matadores y del telón, todo depende del toro: la belleza de su embate, la naturalidad de su fuerza. Sin embargo, nada rebajará la sensación de burla, la sonrisa del matador, la carcajada del tiempo. Hace 20 años todo era posible y el siglo agonizaba hacia su última embestida.

Te veo sonreír desde tu esquina de la cama y es un pequeño milagro en una cotidianidad espantosa. Pensaba yo que habías perdido la sonrisa para siempre, que dabas por sentado el café matutino, las palabras cariñosas, mirarnos a través del espejo del baño sin mediar palabra gracias al ruido del secador de pelo. Otra vez tengo 10 años, salto de un lado al otro en el patio de la casa en Chipre. Mi papá me ha dicho que si gano el año me comprará boletas para toda la temporada taurina. Le conté que Beto está en una escuela taurina porque quiere hacerse matador. Me dijo que si gano el año me dejará entrar a una escuela de lo que quiera el año que viene.

No fui matador, ni tiempo. Algo tenía que ver Nevermind, las mujeres que encontraba tras el capote y la espesura de las palabras que empezaban a nutrirme en esos días. Alguna forma tenía que encontrar de embestir con gracia, de salir airoso de la burla. En el espejo miro cada minúscula marca de mi rostro como una cicatriz de guerra y mis dientes como soldados cansados y avejentados. Creo que cada lugar de mi piel podría contar una historia que tus manos leen con paciencia. A los 10 años leía la Biblia entretenido y dejaba de poner atención en las clases por soñar con ser grande.

Suena el teléfono. Es mi mamá. Un día ella fue como tú, un día miró desde su esquina de la cama a mi papá y su sonrisa fue un pequeño milagro en una cotidianidad espantosa. Me cuenta desde la comodidad de su convalecencia que se recupera de forma satisfactoria, que aprendió a ver películas en Cuevana, que ahora le molestan los ojos y que sin gafas no logra leer los subtítulos, que se mira al espejo y ya tiene cara de abuela. Poco sé de mi papá por estos días. Él dejó de ir a la plaza cuando se acabó el dinero y yo cuando el espíritu empezó a pedirme cosas distintas. Luces fría, pero me despido con un beso en la frente como si fuera la última vez, como debe despedirse uno siempre.

Como debe renunciar uno siempre, porque realmente, el lío no está casi nunca en entregarse sino en renunciar al otro o a lo otro. Recuerdo que Pedro Zapata me decía alguna vez que tenía que haber siempre más amor al partir que al arribar. La vejez, además, de los otros. Siempre se las arrebatamos cuando nos reflejamos y nos proyectamos en esos gestos que son ajenos y nos hacemos preguntas sobre nosotros mismos. Mirar hacia atrás y hacia adelante es parte de ese ejercicio que nos desgasta el presente y hoy lucís tan oportuna...

No sé bien si soy yo el que espero que vuelvas o eres tú quien desea que yo regrese sobre mis pasos y te levante de la acera con un beso inesperado. Por ahora no veo más que luces rojas, fragmentos de láser que brillan bajo el ratón óptico y me guían en la oscuridad, un texto inconexo escrito a cuatro manos, narrado a muchas voces, que pretende dejar rastros de todo lo que ha sido esta mañana de ir y venir, de viajar en el tiempo y el espacio con cada parpadeo, de añorar deseos no identificados de besos y abrazos y demás.

Ya empieza la tarde y me he gastado la mañana en salirme de mí y mirarme desde afuera, mirar los reveses y las pequeñas alegrías. Acabo de lavar mis dientes viejos otra vez. Están un poco separados y su mordida no es del todo regular. Para mirarlos completos debo simular una sonrisa excesiva. Miro al espejo y pienso en volver dos décadas y decirle al niño que quería estudiar tauromaquia y que leía la Biblia que en una mañana como hoy iba a pasarse medio día en un texto inconexo. O no, mejor saltaría con él en el patio de la Casa de Chipre y no le hablaría del futuro o de la vejez, le miraría la sonrisa y me la grabaría. Seguramente le hablaría de tus labios y de tu calor, pero él no entendería. Le diría que sostuviera una esquina del capote, tú la otra. Yo, correría desorientado.

miércoles, 21 de septiembre de 2011

Hanging out with gay people

Entre beso y beso había espacio para un sorbo de vino, y entre vino y vino me confesó - entre risueña y apenada - que en muchas ocasiones se había hecho preguntas acerca de mi orientación sexual. Nos habíamos visto varias veces, casi siempre en fiestas. Yo andaba con un grupo de amigos abiertamente homosexuales y ella nunca me había visto acompañado por una mujer, casi siempre estaba bien perfumado, bien afeitado, bien peinado o cuidadosamente despeinado y mi ropa parecía ser escogida con precisión milimétrica. Así a cualquiera le entra la duda, creo yo. 
Pero a esas alturas del partido sus dudas ya estaban completamente resueltas. Digamos que lucía convencida y satisfecha.
He tenido contacto con la homosexualidad desde mi más tierna infancia. Gracias a algunos amigos cercanos del colegio y a personas de mi familia que quiero infinitamente, aprendí que cada persona es valiosa independientemente de a qué dedique su vida o con quien comparta o desee compartir su cama. Mi exploración espiritual reciente y la misma lógica de la naturaleza me han llevado a concluir que es espiritual y estadísticamente lógico - o al menos plausible - que un hombre sienta una atracción natural por otro hombre, que una mujer sienta una atracción genuina por una mujer o que existan individuos que se sientan atraídos por personas de ambos sexos.
Casi siempre cuento con risa esa anécdota en la que una vez los vecinos de San José dijeron que a mi papá después de viejo le había dado por andar con muchachitos, o que mi mamá se había llevado a su novia a vivir a la casa (cuando en realidad se trataba de una empleada de su restaurante cuyo rancho viejo estaba a punto de ser arrastrado por la corriente del río en el barrio La Playita).
A cualquier manizalita promedio le aterraría la sola idea de pensar que a sus espaldas están diciendo o se están preguntando si es o no es homosexual. Yo no veo la necesidad de cambiar de amigos por desmentir rumores. Recordemos que el significado original de la palabra gay en inglés es alegre. I'm so gay! Que digan lo que digan, que se pregunten lo que quieran. Más de 1.500 especies del reino animal presentan comportamientos homosexuales y todos nosotros - como simples primates habladores que somos - algo de maricas tenemos por dentro.

martes, 20 de septiembre de 2011

Bathwater

But I still love to wash in your old bathwater,
love to think that you couldn't love another, I can't
help it... you're my kind of man.
Ya sin la más mínima intención de compartir mi vida con ella, de ofrecerle todo lo que en algún momento puse a su disposición; me seguía preguntando cómo podría una mujer preferir estar con un hombre que la menosprecia y la irrespeta cuando podría estar con uno que la trata como a su par. 
Ah, pero la vida sabia nos da señales y si bien aún no entiendo cómo puede una persona cuerda sostenerse en dicha situación a pesar de todas las señales sí recordé que alguna vez fui yo quien ofreció mucho menos de lo que recibía y quien manipuló una mujer de forma casi inconsciente pero igualmente disfrutada. 
Y lo recordé gracias a un ejercicio de esos inútiles que a veces terminan estimulándole a uno la creatividad o removiéndole los escombros de la memoria. El aparentemente anodino Reto Musical de 30 Días me preguntó hoy qué canción me hacía sentir culpable y recordé el momento en que sus dientes grandes y sus mejillas pecosas se acercaron a mí oído en la sala de edición de televisión de la universidad de Manizales y (después de haberla tratado con desdén, viéndome ya completamente feliz con otra mujer a la que amaba sin medida) me dieron a entender con una canción de moda que en cualquier momento podría regresar a tocar su puerta y que ella - sin dudarlo - me dejaría entrar.
Ponerse en el lugar del otro es la mejor forma de entender qué es lo que sucede. Me pasaré la tarde con una sonrisa perversa en los labios recordando los días de No Doubt.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Comentarios Inútiles 27

1. Odio la melosería. La odio con todas las fuerzas de mi corazón. Existe una diferencia bien grande entre demostrar el afecto y enmascararlo; y me parece que la melosería sirve más al segundo propósito que al primero. Conozco parejas que se hablan como tarados enternecidos juntando sus bocas, aún cuando casi no se toleran mutuamente, conozco madres de familia que se refieren a sus hijos usando sobrenombres para bebés en vez de utilizar sus nombres de pila cuando envidian - en secreto - la vida de la mujer soltera. Tengo allegados que de forma abusiva me llaman "Mi Juan" o "Mi Cosmis", cuando realmente les importa un pepino lo que pase por mi vida. Odio la melosería. Me enferma la idea del amor que tienen muchas de las personas que tengo a mi alrededor. Atravieso un periodo intolerante y lo disfruto.
2. Llegó hace unos meses a la oficina con el ojo izquierdo morado. Durante dos semanas trató de disimularlo usando maquillaje y dijo a su hijo - así como a nosotros - que unos ladrones la habían golpeado por robarle el bolso. Milagrosamente no se llevaron sus documentos.
- "Descarados... golpear una mujer de ese tamaño y esa contextura, que muy seguramente no ofreció ningún tipo de resistencia y que no reviste amenaza ni siquiera para un tipo tan flaco y pequeñín como yo." Esa fue mi primera opinión. 
Después empecé a sospechar que lo del atraco no era cierto. Esta semana llegó con evidencias de maltrato; con dos pequeñas líneas verdes bajo los ojos. La vi llorando y las paredes me contaron que su novio (el padre de su hijo) era el responsable. Comenta una de las mujeres mayores en la oficina que un hombre maltratador no es una buena persona, que nunca será una buena pareja, que nunca será un buen padre; que ninguno de los casos de homicidio a la pareja se presenta sin un antecedente de maltrato. Dice la afectada que el victimario le pidió perdón, que juró nunca volver a hacerlo. Mi simpatía por ella se fue el piso, porque me pongo del lado de los oprimidos pero nunca de los tontos, nunca de quien propicia y justifica su propia opresión. Espero no encontrarme su foto y su nombre en un periódico amarillista dentro de unos años.
3. Carlo Rizzi recibió una tunda memorable de manos de Sonny Corleone y no era para menos. Carlo estaba advertido: "La próxima vez que toques a mi hermana te mato". Así que cuando Carlo volvió a golpear a Connie - que estaba embarazada - Sonny salió a cumplir con su amenaza y fue asesinado por los enemigos de Don Vito. Michael, que tenía la sangre fría de la que carecía su hermano mayor, supo esperar con paciencia y se vengó de los asesinos de Sonny, de los enemigos de Don Vito y del traidor de Carlo Rizzi. 
Yo sé que uno no debe tomar la justicia por mano propia y que de eso se encargará el universo, el karma o Dios (de la justicia ni hablemos y menos si es de la justicia colombiana), pero no quiero imaginar de qué sería capaz si alguien llega a tocar a mis hermanas. Me confirman las fuentes que la mujer maltratada y mencionada en el comentario número dos no tiene hermanos.
4. Yo y mi trabajo como escritor de variedades parecemos constituir una parte antagonista de mí mismo y el trabajo que desempeño tocando con Gatoblanco; como si el escritor amarguetas y anodino fuera la contraparte del aspirante a estrella de rock. Pero el comentario no era ese. El comentario iba dirigido a contar que esta semana estuve escribiendo una biografía corta de Miguel de Cervantes Saavedra y no sabía yo que el tipo - y su familia - hacían parte de un grupo llamado de "judíos conversos". Estos judíos, que gracias a la presión del estado se había convertido al critianismo, no gozaban de los privilegios que beneficiaban a la ciudadanía cristiana española de mediados del siglo XVII, pero sí podían ir a la guerra de defender a la madre iglesia, como lo hizo Cervantes en la famosa batalla de Lepanto donde perdió toda la movilidad y funcionalidad de su mano izquierda. Cervantes no pudo acceder a ciertos estudios, ni pudo viajar a América (como alguna vez lo solicitó) por el hecho de provenir de una familia de judíos y la actividad de recaudador que desempeñó para la corona estaba reservada a personas de este grupo, aunque se desconfiara de ellos por naturaleza. Esa pelea que tengo yo cazada con el papel histórico de la iglesia católica sigue armándose de argumentos. Procuraré no volver a sacarlos a relucir en la reuniones familiares, para evitar que se se me venga encima la Liga Santa y me saquen de la casa así como Cervantes y sus amigos sacaron a los otomanos de bendita la Europa cristiana.
5. La gente twittea sobre Nadal y Djokovich, hablan del Barça, del Real Madrid (dicen hala y no sé a qué se refieren), hablan del Inter, del Milán, de Mou, de Pep, de Cesc... quisiera organizarlos en una lista nueva y aislarlos, pero entonces me perdería de ellos cuando dicen cosas interesantes. Supongo que Twitter funciona como la vida y uno - si quiere a alguien - se lo aguanta por las cosas buenas, así hable de fútbol y de cosas que a uno no le gustan. Al menos esas personas que sigo en Twitter son coherentes y no hacen reclamos por los conciertos de rock o por Miss Universo, diciendo que esos recursos podrían utilizarse en alimentar a los niños pobres.
6. A mí no se me olvida - cuando veo un partido de fútbol - que todos esos tipos que corren detrás del balón y sudan como caballos apestados, son multimillonarios.
7. Imposible que a un senador de la república no le alcance el sueldo para tanquear su(s) carro(s). Imposible.

martes, 13 de septiembre de 2011

Sonrisas

Nunca había visto una sonrisa con forma de trapecio invertido. Tu labio superior traza una línea recta, mientras el inferior se divide en una paralela más corta y dos diagonales que terminan por enmarcar tus dientes que - sin esfuerzo, sin ortodoncia, sin saberlo siquiera - deletrean la palabra felicidad cuando sonríes. Y si bien es cierto que las mujeres adoran que los hombres las hagamos reír, también lo es que me emocionan las sonrisas que vos me sacás a mí cuando tratás de imitar mi acento medio paisa, cuando respondés a mis fantasiosos y dramáticos correos electrónicos con esfuerzos genuinos por ponerte a la altura y decir tonterías que me alegren la semana.
Me enternece tu torpeza, disfruté no desear que desaparecieras de mi cama, me gusta el sabor resultante al finalizar un beso, me alegra que me dejaras curiosidades insatisfechas y no te espero activamente porque - sin mirar adelante - veo la puerta abierta en un futuro no muy lejano.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Comentarios Inútiles 26

1. Elecciones. Vuelve la fiesta de la democracia. El intercambio de acusaciones entre  políticos que se desprestigian mutuamente para llegar a ocupar un cargo público, con el único objetivo de servir de forma noble y desinteresada a una sociedad a la que tanto le deben. Yo quedé cansado desde la última fiesta de la democracia, agotado por la avasalladora derrota propinada por la maquinaria a Antanas Mockus en las elecciones presidenciales, decepcionado por la forma en que las altas directivas del Partido Verde desconocieron el mandato popular entregado por millones de votantes que dijeron - hace un año - "no creo en la forma tradicional de hacer política". Elecciones. La fiesta de la democracia. La nueva rosca de la U tratando de afianzarse en Manizales y Caldas después de arrebatar el poder a la vieja rosca del Barcoyepismo, ahora debilitada por el uso del buen retiro de Omar Yepes y el fallecimiento de Víctor Renán Barco; los candidatos a la Alcaldía de Bogotá haciendo campaña al caminar sobre las ruinas de la ciudad que nos dejó la administración de Samuel Moreno. Elecciones. La fiesta de la democracia. Por mí, que a todos se los lleve el putas y que los deje caer. Estoy cansado de creer.
2. Es increíble cómo la música le trae a uno recuerdos bien específicos. Esta mañana @leidymarmalade trinó algo sobre Vivo de Fobia y yo regresé a mi habitación en la casa de  "Faldaplana" en Chipre - junto a la iglesia cristiana - y volvió a oler a lo que huele el jazmín de noche y me paré de nuevo de la cama para tocarle esa canción con una guitarra que ahora tengo sin cuerdas; y volví a sentir mucha vergüenza y ella sonrió de nuevo con la felicidad de sus 19 - casi 20 - años. Creo que ni siquiera habían caído las Torres Gemelas.
3. Había que interrumpir los besos para atender al llamado de la naturaleza. Aproveché el viaje hasta el baño para lavarme los dientes. Cuando reanudamos la tarea de los besos sintió que mis manos estaban frías y que mi boca sabía a crema dental y eso pareció alegrarle. Insisto: la mayoría de los hombres no se lavan las manos después de orinar y las mujeres lo notan. Casi siempre lo notan.
4. Cada semana hay un nuevo muerto célebre, un nuevo escándalo gubernamental, un nuevo chisme en el boca a boca de tus amigos, una nueva telenovela protagonizada por dos contactos en Facebook o una nueva pataleta de una diva twittera. Estoy muy cansado de los dramas ajenos. Agradezco llegar solo esta noche a mi casa y no tener con quién discutir por la forma en que contesté el teléfono o por el lugar en que dejé el control remoto del televisor. Me basta con extrañar a mi gato y con que me guste esa mujer a la distancia. Al menos unas tres veces por semana alguien me pregunta por qué estoy solo o si me hace o no me hace falta una mujer con quién compartir mi vida y casi siempre recuerdo la respuesta utilizada por mi mamá cuando alguien le pregunta por qué - siendo aún una mujer joven y bonita al divorciarse - no se volvió a casar: - "¡No jodás! ¡Vendí la lora pa' no cargarla!".
5. Ese martes, cuando veía en llamas las torres del World Trade Center, pensaba que en realidad iba a comenzar la Tercera Guerra Mundial y que en cualquier momento aparecería en las pantallas de televisión ese anticristo de turbante azul predicho por Nostradamus. Han pasado 10 años y ahora creo que esos ataques fueron apenas una grandiosa pantomima orquestada por organizaciones mucho más poderosas que el mismo gobierno del Redneck Bush.
6. Ella oyó cada una de las canciones de Gatoblanco antes que nadie. Ella oyó las composiciones que hicimos incluso antes de ser Gatoblanco, cada nuevo demo de Ultrack o de Señor Naranja antes de que fuese enviado a las radios locales o interpretado en vivo. Anoche le reenvié por correo electrónico el máster de nuestro próximo sencillo y me respondió con un mensaje encabezado por la línea: - "¡Huy! ¡Están mejorando!". Imaginé su sonrisa pintada de sarcasmo y de algo parecido a una felicidad auténtica, algo similar a la sonrisa que dejó escapar esa noche en que yo me paré de la cama y (tragándome la vergüenza propia de la situación) tomé la guitarra para cantarle Vivo de Fobia, en mi habitación en la casa de "Faldaplana" en Chipre.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Dilución

Hablaba con Misael del triste proceso - casi indoloro - en el que esas mujeres que salen por la puerta trasera de nuestras vidas se van diluyendo en el tiempo, se van convirtiendo en memorias cada vez más borrosas, menos claras, menos vívidas y - tristemente - menos importantes.
Supongo que eso pasará contigo (si no es que ya está pasando y no me he enterado). Dejaré de pensar en las formas de tu cuerpo, en el color de tu piel, en el cociente perfecto que resulta al dividir el contorno de tu cadera entre el contorno de tu cintura. Un día cerraré los ojos tratando de dibujar tu desnudez y ya no me será posible; ya no recordaré dónde quedan exactamente esos lunares que ahora puedo señalar incluso sobre tu ropa, ya no sabré a qué saben todos tus labios, a que hueles detrás de las rodillas, cómo mueves tu cuerpo al salir de la ducha y ponerte delicadamente la ropa interior. Ya no se me hará triste imaginarte despertando con él o con alguien más, ya no lamentaré los planes malogrados y ya no creeré que lo teníamos todo para ser felices. Un día ya no me parecerá tan maravillosa tu risa, ni querré acariciarte mientras te quedas dormida, ni extrañaré las conversaciones telefónicas nocturnas, ni tendré idea alguna de lo que ha sido de tu familia y tus amigos y probablemente me parecerán risibles nuestros sobrenombres cariñosos.
Y he aquí la parte más increíble de todo el asunto: no voy a lamentarlo, no va a dolerte.