domingo, 4 de agosto de 2013

Sweet Sayonara

Estaba completamente desorientado. Se nos había acabado el contrato discográfico que teníamos, eran cada vez menos las actividades que desarrollábamos en pro de la banda, había tenido que conseguirme un empleo, de alguna manera estábamos tomando cierta distancia con nuestro manager y en el fondo nos preguntábamos en silencio si valía la pena seguir con Gatoblanco.

Solíamos ensayar en la terraza de Manuel en el sector de Galerías (la misma donde grabamos parte del videoclip de Vivo) y un día empezó a salir una secuencia de acordes que nos gustó mucho. Empecé a balbucear una melodía con una serie de sílabas sin sentido. Oyendo una de las grabaciones me pareció distinguir las palabras sweet y sayonara en el coro. Se los dije a Sebastián y a Manuel y a todos nos dio risa. 
Fue Sebastián el que propuso que tratáramos de desarrollar una idea a raíz de esas dos palabras: Sweet Sayonara, una dulce despedida.
¿Pero cómo escribir una canción sobre una dulce despedida cuando la última despedida que había vivido había sido decididamente amarga? 

Por esos días - a principios de 2011 - yo estaba empezando a acercarme con juicio a textos de Srila Prabuphada, al Bhagavad Guitá y estaba empezando a estudiar cuáles eran los preceptos básicos de filosofías orientales como el budismo, el hinduismo y el Movimiento Internacional Para la Conciencia de Krishna. Después de terminar una relación de pareja sólida y bonita terminé metido en un romance malsano y salirme de esa situación me tomó esfuerzo, paciencia, tiempo y sobre todo entendimiento, conciencia. ¿Y Gatoblanco? Gatoblanco parecía no encontrar el norte. Volqué toda la rabia contenida durante meses en los versos de Sweet Sayonara. Entendí al escribir la letra de la canción que la única forma de deshacerse de un amor malsano es el olvido (el olvido genuino) y que el olvido solo llega a través del perdón, así que el perdón, el olvido, la indiferencia y el silencio son las únicas herramientas útiles, la única venganza posible.
A la larga Sweet Sayonara resultó ser una canción violenta, rabiosa, pero bonita. La acepté como llegó. Uno no es amoroso, luminoso  y no ve el panorama claramente todo el tiempo. A veces la única forma de salir victorioso es irse por la puerta trasera y tomar un camino que aparentemente no lleva a ninguna parte.

1 comentario:

  1. Muy buena la historia detrás de la canción. Me gustó en especial esta parte: "...a única forma de deshacerse de un amor malsano es el olvido (el olvido genuino) y que el olvido solo llega a través del perdón..."

    La canción me gustó mucho, por momentos me hizo pensar en Fobia. (Eso es muy bueno, desde mi punto de vista, me gusta mucho Fobia).

    Saludos.

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