domingo, 26 de septiembre de 2010

Sleeping by myself


Sabes que odio los domingos en la noche y particularmente odio que te vayas esta noche de domingo. Pero qué más da. Me lanzas un beso desde la escalera y repites los números de la clave que hay que darle al taxista. Regreso a mi cuarto y ahí está la cama destendida y ahí está Zeta que se pasó toda la tarde a tus pies. Y ahí está este computador y necesito escribir sobre mil cosas, pero sólo logro escribir sobre ti. Admito públicamente estar enamorado porque es una punzada entre el pecho y la espalda, es extrañarte segundos después de que te has ido, es buscar tu olor en mi almohada y saber a ciencia cierta que nada - ni siquiera tu olor - se acerca a la felicidad de tenerte dormida de costado frente a mi, sin que nada nos importe, sin que nada nos preocupe, sin hacernos preguntas, simplemente los dos ahí, apretados en un abrazo que nos hace familia, que nos hace hermosos, que nos hace bien, que nos hace uno. Espero que llames y me digas que ya estás en casa, que estás bien, que tus gatos tenían hambre, espero que vuelvas a ser dulcemente hostil, que leas la carta que te escribí, que poco a poco te vayas deshaciendo otra vez de esa armadura que construyes cada tanto y que te impide rendirte ante mí como siempre lo he deseado y que te hace disfrazar ese amor de celos, de chistes y de otras formas que lentamente voy entendiendo. Admito públicamente estar enamorado porque estar contigo se me está convirtiendo en el estado natural, porque la felicidad es que tu casa está decorada por las flores que te envío, porque la pregunta últimamente es si esta noche la pasaremos aquí o allá. Pero esta noche de domingo voy a pasarla solo, porque necesitaré acostarme tarde y tengo que escribir sobre muchas otras cosas después de escribir sobre ti.
Sabes que odio los domingos en la noche, porque casi siempre es en la noche de domingo que recuerdo todos los deseos irrealizabes y los deseos aún no realizados: Que desearía ser más alto, ser descaradamente millonario, tener los ojos azules de mi papá, haber nacido en Inglaterra, dedicarme únicamente a escribir, a cantar y a tocar  la guitarra, moverme por la ciudad a altas horas de la noche en New Beetle azul metalizado, sabes que desearía no cumplir horarios, deshacer con un chasquido de los dedos todos los errores cometidos, llevarte de paseo cada semana donde nos lo dijeran el dedo y el mapa. Pero es un domingo en la noche y hoy sólo deseo que desees dormir conmigo así como yo desearía pasar la noche a tu lado.


3 comentarios:

  1. A qué te dedicás, aparte de escribir y cantar? ¿tenés un trabajo de ess que pagan cada quincena?

    Estar enamorado así es una cosa muy bonita, muy loca, transforma la vida para siempre.

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  2. Sí. Tengo un trabajo en el que tengo que escribir sobre mil cosas y me pagan cada quincena.

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