lunes, 22 de julio de 2013

Bermejo


Soñé con Bermejo. No recuerdo qué fue lo que soñé, pero soñé con él. Bermejo era un Mayor del ejército que se desempeñaba como ejecutivo en el Batallón de Infantería Número 22  "Ayacucho" mientras yo presté mi servicio militar. Bermejo era un costeño mal encarado, agrio, como si se pasara todo el día masticando limones. Tenía fama de ser un peleador consumado, de haber comandado contraguerrillas sanguinarias, de entrar a la media noche al casino de oficiales pidiendo whisky con su "9 milímetros" en la mano. Todo el mundo lo trataba con respeto y lo llamaba "mi mayor" con más miedo que admiración. Solo Pardo, el comandante del batallón, era más antiguo y tenía un rango más alto que él, pero me atrevería a pensar que también le guardaba algo de respeto. Bermejo era feliz subiendo a cagar al baño contiguo a la oficina de sistemas y cuando salía de allí sus demonios internos (esos que comandaban contraguerrillas y pedían whisky agitando un arma de fuego) se quedaban durante varios minutos perfumando todas las oficinas del comando.
Supongo que anoche, en medio del sueño, me encontré con Bermejo tal como lo hice por última vez, evitando el respeto y el miedo aprendidos en el batallón: Habían pasado más de seis meses desde mi licenciamiento, pero los vicios de la vida militar se prolongan durante un tiempo en la vida civil. Yo estaba pescando con mi papá y mis hermanos en un lago artificial cercano a Manizales cuando sentí la voz de Bermejo y el anillo grueso que tenía en su mano izquierda dándome una palmada suave en el omoplato. Tuve que contener el impulso de pararme como un resorte y preguntar "¿qué ordena mi mayor?" cuando vi en su cara de limones una sonrisa ligera y recordé que yo ya no era un soldado. Preguntó si las cachamas estaban picando y yo le respondí que no, que probablemente ya habían almorzado. Minutos más tarde, un pez se prendió del anzuelo de una de mis hermanas menores. Me paré a ayudarla aliviado, dejando el tronco que me servía de silla al lado de Bermejo. 
"Es solo un militar" - me dije - y supongo que es lo mismo que pensé entre sueños anoche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario