lunes, 3 de octubre de 2011

Frank and Louie (breve reflexión sobre el caso del gato de dos caras)

Leí por primera vez acerca de Jano en el cuento La Muerte y la Brújula de Jorge Luis Borges. Jano es uno de los dioses de la mitología romana cuya característica principal es tener dos caras y al ser el dios de los comienzos y los finales se le adjudicó su nombre al primer mes del año en el calendario juliano (Ianiarius, de donde vienen January, Janeiro y Enero). 
El busto de Jano mencionado en La Muerte y la Brújula proyectaba una sombra escalofriante sobre una escena donde estaba a punto de llevarse a cabo un crimen y su figura siempre me pareció un poco terrorífica. Cuando empecé a traducir artículos de psiquiatría, encontré de nuevo la figura de Jano ilustrando artículos acerca de la enfermedad bipolar; sobre todo en representaciones donde una de las dos caras sonreía y la otra tenía una mueca de tristeza como en las máscaras teatrales utilizadas para representar la comedia y la tragedia. Su figura me parecía cada vez más impactante.
Durante los últimos días se le ha dado un cierto cubrimiento mediático al cumpleaños de Frank and Louie, un gato que en septiembre llegó a los12 años de edad y que será incluido dentro del libro de récords de la cerveza Guinness para el año 2012 por sel el gato Jano más longevo de la historia.
Frank and Louie tiene dos caras, tres ojos y según describe su propietaria - (una veterinaria que lo adoptó cuando fue llevado a su consultorio para llevar a cabo su eutanasia) - su único problema es que tiene qué hacer un esfuerzo especial para identificar visualmente los espacios por donde se mueve. La expectativa de vida de un gato de este tipo es prácticamente nula. Su historia me hizo recordar la de Ryan Gonzales, un norteamericano que se convirtió en la persona más longeva con ictiosis arlequín. Los bebés que nacen con esta condición casi nunca llegan a los seis meses de vida y generalmente mueren después de unos días o algunas horas posteriores a su nacimiento. Gonzales debe haber sobrepasado ya los 20 años de edad.
Un giro en la ecuación, un gen que muta de forma inadecuada y lo que se espera con ansia como el milagro de la vida puede convertirse en una escena dantesca. 
Miro una y otra vez los videos de Frank and Louie y las entrevistas de Ryan Gonzales y empiezo a encontrar belleza detrás de su apariencia inicialmente monstruosa. A veces uno no valora suficientemente la perfección de la ecuación, los giros adecuados de sus genes, la salud de su gato, los brazos, las piernas, las caras y las pieles saludables de sus hermanos. Hoy me desperté pensando que la normalidad es una fortuna. No quería que esta entrada en el blog terminara con aire de sermón, pero fue inevitable.

3 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. La costumbre a la normalidad nos hace olvidarnos que finalmente es una fortuna, que la rareza no es tan poco frecuente como pensamos. Cuando estuve trabajando en el instituto de genética, escuché sobre cientos de casos de diversas mutaciones y condiciones clínicas que jamás me imaginé y lo más increíble es que suelen ocurrir con frecuencia. Este sermón es uno de de esos que no cansan.

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  2. Esta entrada ya ocupa un lugar en una de mis favoritas.

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  3. No me quisieron cargar las imágenes de esta entrada. Lo que más me admira es la veterinaria que adopta el gato... siendo la vida de los animales a veces tan fácilmente descartable, que haya personas dispuestas a hacer los esfuerzos que sean necesarios a darles una buena vida a mí me conmueve siempre hasta las lágrimas. En estos días vi un perrito que venía como en una especie de sillita de ruedas para las patas traseras, con un pañal al que su dueña le había abierto un roto para que pudiera salir la colita. Ella lo encontró cuando acababa de ser atropellado por un carro... y ahí lo rescató, lo hizo operar, esperó que se curara y le acondicionó la sillita de ruedas esa... gente heróica de verdad, qué seres humanos tan divinos.

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