viernes, 22 de octubre de 2010

Young Boy

Uno está sentado en su silla, simplemente se dedica a lo que debe dedicarse, a lo que los papás esperan de uno, a ser buen estudiante, a ser buen hijo, a sonreír tímidamente a las chicas en la mañana del sábado. A buscar un buen puntaje en el Icfes y a imaginar en el descanso qué es lo que quiere hacer en el futuro. Es 1997 y uno quiere que la dueña de esos ojos marrones despegue la mirada de la hoja de ejercicios y le regale una sonrisa. Esforzarse por encontrar el amor es una tontería, pero tengo 15 años y pasarán tal vez otros 15 para que llegue a entenderlo. Yo que me pasé meses y meses escribiéndole cartas de amor a quien no lo merecía y ahora quisiera escribir todas las canciones del mundo, pero lo haría única y exclusivamente si ella despega su mirada de la hoja de ejercicios.
Uno está acostado en la cama, simplemente se dedica a lo que debe dedicarse, a lo que la sociedad espera de uno, a ser un buen tipo, a hacer dinero, a sonreír al público en los bares y a abrazar a la mujer que ama en la mañana del sábado, a escribir gracias a un sueño o a un olor que lo devolvió al pasado. Es el año 2010 y el ruido de la construcción de enseguida es insoportable, así que cuando ella se voltea a preguntar qué hora es uno desearía que abriera los ojos para ser la primera cosa que vea en la mañana. Esforzarse por encontrar el amor es una tontería, uno simplemente se acuesta en varios lugares y resulta que una mañana se despierta enamorado y el amor le aprisiona los tobillos y le corre las sábanas y la envuelve a ella cuando uno la abraza. Yo que me pasé meses buscando la felicidad en los rincones de los muladares y ahora quisiera escribir todas las canciones del mundo, pero lo haría única y exclusivamente si ella abre los ojos y me mira. Abre los ojos, Corazón. Abre los ojos que ya es de día y esta sonrisa que la boca me dibuja nace con el sol únicamente para ti.

1 comentario:

  1. Uno no sabe lo que tiene hasta que lo sabe, momento en el que esa percepción se hace felicidad y la felicidad se hace esencia.

    ResponderEliminar