domingo, 19 de diciembre de 2010

Sueño de una zanahoria congelada

Rep decide olvidar a Cierta Chica. Ante la imposibilidad de pasar su cariño a mejor vida utilizando los métodos tradicionales de alcohol, sexo casual con otras mujeres o el confort que da el refugio en antiguas parejas, decide probar una técnica que consiste en congelar en su nevera una zanahoria bañada en agua lluvia y jugo de limón. ¿Tiene alguna lógica? Por supuesto que no, pero a la larga funciona.
Yo no tengo métodos efectivos para olvidar, pero puedo poner en práctica los consejos que mi propia racionalidad me dicta, como tomar toda la distancia posible, hacer una extensa lista de los errores y defectos de Cierta Chica y leerla en voz alta todas las mañanas, escuchar por lo menos una vez al día No Existes, de Soda Stereo. 
La constancia, la paciencia, la compasión y el cariño entregados le dan paso ahora a un aprendizaje aún más valioso: El de la impermanencia. Esta vez te pasaste de la raya. Salí como un autómata a buscar respuestas el viernes en la noche y me encontré con un personaje que se entregó a la lectura de la biblia por causa de una decepción amorosa. Bajo la lluvia, junto a una taza de café caliente, sus palabras tenían sentido.
A lo mejor a mí no me servirán ni la biblia ni la zanahoria, pero peores golpes he soportado en la vida y siempre he salido airoso. Ésta no será la excepción. De eso estoy seguro.

9 comentarios:

  1. Poner letreros en las paredes con frases como: No volverá, No me amó, No me valoró, No vale la pena. A veces funcionan. Siempre y cuando el Susodicho o Cierta Chica no le de por volver, cuando las heridas estén aún abiertas.

    El Jueves descubrí que la mejor forma de romper con alguién, es que ese alguién haga algo que no seas capaz de perdonar. Sientes como definitivamente la conexión y la magia se perdió, por ahí derecho, el amor que le tenias.

    Creo también que cada relación es diferente. Pero es mejor terminar odiandose, que terminar por las buenas y no dejar de amar nunca.

    Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Nunca he dejado de querer a quienes he querido. Nunca me han hecho (soy muy afortunada) nada con la intención de dañarme. He tenido que aprender a modular el cariño para que se convierta en otra cosa, que también es cariño pero que deja de doler. No es fácil, ni cinco. Pero prefiero el dolor de la separación amorosa al del daño que le puede hacer a uno alguien con quien se es totalmente vulnerable. Esa es la experiencia que conozco, de lo otro no sé nada.

    Tengo una amiga que está apenas saliendo de una relación de más de 10 años y que acaba de hacer algo parecido a lo de la zanahoria. Todos los días (durante 21 días) tomó un hilo y lo rompió por la mitad repitiendo una frase como un mantra... ella dice que ya está del otro lado, pero cada que la veo habla del hilo...

    Lo más importante es no decirse mentiras y hacer el duelo con paciencia... ahí vamos. Ahí voy, justo mientras digo esto.

    ResponderEliminar
  3. Hay una sola mujer a la que le perdí el cariño posterior a una relación de pareja. Y se lo perdí porque me engañaba, porque me dijo que necesitaba tiempo y espacio cuando en realidad estaba ya saliendo con otro. A las demás (que no son muchas) les tengo un cariño que sobrepasa al amor de pareja y que se va a mantener hasta que me vaya a la tumba. Terminar mal conmigo es difícil y creo que nadie ha podido describir los sentimientos que yo tengo por #laex como Ana en esta entrada: http://permisomedesahogo.blogspot.com/2009/12/un-amor-para-el-circo-de-lo-extrano.html

    ResponderEliminar
  4. Mi problema es amar demasiado, cuando amas demasiado pierdes tus escudos y permites que el otro te vulnere, te maltrate, no valore ese amor y haga cosas que luego, cuando abres los ojos no puedes perdonar.

    Y no se si también he dado con hombres que no son buenos. Me niego a pensar que el ultimo lo es. Yo quisiera volver a verlo como al principio, cuando yo decia, el es el hombre que quiero para toda mi vida, o como lo ven todos los demás.

    El tiempo y la vida lo dirá.

    ResponderEliminar
  5. Yo creo Cata que el problema no es tanto amar mucho, el problema es amarlos más que a uno. Debería existir una alarma para eso, porque cada ratico nos olvidamos de nosotros por querer amar así.

    ResponderEliminar
  6. A mí me pasa o mismo que a Ana y a Cosmo. A todos mis ex los quiero, aunque soy amiga de algunos y de otros no tanto.

    La modulada de cariño es una cosa muuuy lenta; si estuve muy enamorada, me demoro más de un año para completar el proceso. Sin embargo, el resultado vale la pena.

    ResponderEliminar