martes, 10 de agosto de 2010

A little fantasy




Afortunadamente usted no existe. No es más que un buen sueño del que me he despertado esta mañana de domingo antes de afrontar un largo día de trabajo. 


Gracias a Dios usted no es más que una fantasía, un truco delicioso de mi imaginación volátil y perversa que me habla de unos besos lentos, deseadísimos e interminables y de un recuerdo implantado de verme parado frente a un collar que tenía su nombre y la figura de un gato.


Afortunadamente no me alegró verla, ni fue necesaria una conversación reveladora que nos pusiera los puntos sobre las íes y me ayudara a sentirme liviano y feliz en esta mañana soleada... con un recuerdo ficticio de su afán de comer pizza, de sus botitas recortadas, del olor de su pelo, de la infinita crueldad de sus rodillas en mi espalda, del sabor de sus labios dulces y su lengua exploradora, de la hermosa cadencia de su cuerpo bailando entre mis brazos.


Afortunadamente no necesito volver a verla, ni necesito escribirle unas líneas antes de empezar a trabajar.


Es usted sólo una pequeña fantasía de cintura estrecha que a veces se pasea taconeando por el octavo piso de mi cabeza.

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