viernes, 6 de mayo de 2011

Ready 2 Go

No sé cómo lo lograban. Eran héroes sin saberlo y se sentían miserables cuando se sentaban arrugados y canosos frente al espejo pensando que la vida se les había escapado de las manos, les había pasado por encima, los había escurrido cuando ellos no habían podido sacarle el jugo.
En tardes soleadas como las de hoy vuelvo a preguntarme cómo es posible que las personas se pasen 20 años en un escritorio, saliendo cansados los viernes en la tarde, pidiéndole a Dios que el domingo no se acabe nunca aún cuando lo desperdician enterito frente al televisor viendo partidos de fútbol.
Hace 10 años decía que comía únicamente para no morirme de hambre porque no disfrutaba en realidad el acto prosáico y rutinario de comer. Ahora duermo sólo porque el cuerpo me lo pide pero no siento ese placer que sentía antes y lamento estar desperdiciando horas preciosas de mi vida en hibernar. Digamos que soy un ciclotímico y mi ciclado es cada vez más rápido. Anoche en la terraza de Manuel, hoy mientras almorzaba con Eli, mañana cuando esté tocando frente a mis hermanas, tuve-tengo-y-voy-a-tener esa necesidad de comerme el mundo a mordisquitos suaves, uno cada día.
Esta situación es pasajera. No voy a dejar que esta silla se me pegue al culo, que este teclado se me pegue a los dedos, que los ojos se me vuelvan cuadrados como a los que se pasan sus domingos viendo fútbol.
Hay una vida. Está allá fuera y estoy listo para ir por ella.

1 comentario:

  1. O yo estoy algo depresiva o yo no se, pero me hiciste llorar,hoy no tengo esa sensación que tienes tu ahora de comerse al mundo, solo quiero que el mundo me coma a mi, no se si sera cansacio del alma o yo que se.
    Pdt: Paresco un mar de lagrimas.
    Sortier

    ResponderEliminar