sábado, 19 de junio de 2010

Cecilia

Es tu cintura, corazón, un paraíso estrecho que se abre generosamente en amplias caderas. Me encanta poner mi mano derecha sobre tus curvaturas, tomar el micrófono y cantar mientras tú callas. Me encanta utilizar mis dedos para hacerte parir un acorde, me encanta tu voz en las mañanas y que me digas alguna estupidez mirándome a los ojos. Me encanta cuando nos reimos en la cama, vemos televisión y pedimos desayuno a domicilio. Adoro tocarte, me encanta recorrer esos rincones de tu cuerpo que el sol poco acaricia, me encanta tu espalda morena, tus senos pálidos, tus dientes blancos, el color artificial en tu pelo, el brillo de tu madera, de tus cuerdas, hacer girar tus clavijas para corregirte, me encanta cuando estamos juntos en tarima o cuando vamos a cine y te aferras a mi brazo, me encanta cuando se enciende el botón rojo y ambos sentimos el nerviosismo propio de querer sacar una buena toma. Me encanta que me digas "corazón" y que me digas "yo te adoro" aunque sea mentira, me encanta limpiarte con esmero como lo hacen los gatos, girar tus potenciómetros, seleccionar el micrófono indicado, usar la lengua de modo complaciente y hacerte gritar. Cada mujer y cada guitarra son para mí un paraíso. Cecilia y tú son hoy mis favoritas.

2 comentarios:

  1. Llevo leyendo lo que escribe hace varios días y... me encanta su sencillez y su forma de ver y sentir la vida!

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