Capítulo 27 - Fragmentos
-Oh, Pola - dijo la Maga-. Yo sé más de ella que Horacio
-¿Sin haberla visto nunca. Lucía?
- Pero si la he visto tanto -dijo la Maga impaciente- Horacio la traía metida en el pelo, en el sobretodo, temblaba de ella, se lavaba de ella
- Etienne y Wong me han hablado de esa mujer- dijo Gregorovius- Los vieron un día en una terraza de café, en Saint-Cloud. Sólo los astros saben qué podía estar haciendo toda esa gente en Saint-Cloud, pero así sucedió. Horacio la miraba como si fuera un hormiguero, parece.
(…)
-Supongo que buscamos algo así, pero casi siempre nos estafan o estafamos. París es un gran amor a ciegas, todos estamos perdidamente enamorados pero hay algo verde, una especie de musgo, qué se yo. En Montevideo era igual, una no podía querer de verdad a nadie, en seguida había cosas raras, historias de sábanas o pelos, y para una mujer tantas otras cosas, Ossip, abortos, por ejemplo. En fin.
- Amor, sexualidad ¿Hablamos de lo mismo?
-Sí - dijo
(…)
-Probablemente Horacio buscaba en Pola algo que usted no le daba, supongo. Para traer las cosas al terreno práctico, digamos.
-Horacio busca siempre un montón de cosas- dijo
-Pobre amor el que de pensamiento se alimenta - citó Ossip.
- Hay que ser justos- dijo
(…)
-Y Pola estaba ahí cuando él entraba, y en su manera de mirar, y cuando Horacio se desnudaba ahí, en ese rincón, y se bañaba parado en esa cubeta, ¿la ve Ossip?, Entonces de su piel iba saliendo Pola, yo la veía como un ectoplasma y me aguantaba las ganas de llorar pensando que en casa de Pola yo no estaría así, nunca Pola me sospecharía en el pelo o en los ojos o en el vello de Horacio. No sé por qué, al fin y al cabo nos hemos querido bien. No sé por qué. Porque no sé pensar y él me desprecia, por esas cosas.
¿A vos La Maga y Teresa (la insoportable levedad del ser) no se te parecen mucho?
ResponderEliminarConfieso con vergüenza que no he leído La Insoportable Levedad del Ser y que dejé inconclusa La Inmortalidad, aún habiendo adorado la hipótesis del Homo Sentimentalis. Tengo una deuda pendiente con Milan Kundera.
ResponderEliminarMi exnovia odia a La Maga con todas las fuerzas de su corazón. Le gustó Rayuela pero en general detestó a Horacio y a La Maga. Según ella La Maga es el arquetipo de la detestable mujer boba y Oliveira el hombre cuarentón melancólico e inútil en el que tanto tema que yo me convierta agún día. Creo que en estos tiempos la angustia llega a una edad más temprana, creo que a los 40 estaré mucho más satisfecho de lo que estuve a los 25.