martes, 30 de agosto de 2011

Empezar de Cero

Salí a almorzar bajo el sol canicular de las 12 del día. Dejé que mi celular escogiera de forma aleatoria cualquier canción para caminar por el norte de Bogotá y me soltó 'Cuando Te Vas'. Yo que tengo tan buena memoria para las fechas había olvidado que hace cinco años, en algún momento durante la última semana de agosto, Codiscos lanzó al mercado Empezar de Cero, el primer álbum de Gatoblanco.
Gatoblanco en junio de 2005
Cansados de tocar puertas con nuestros demos en todas las casas disqueras de la ciudad de Bogotá, decidimos empezar a grabar por nuestra propia cuenta las canciones que habíamos compuesto y que estábamos tocando continuamente en los bares en la ciudad. El ejercicio en aquel entonces era intenso: escribir una canción, organizar una secuencia, ensayarla, tocarla en vivo, modificar la letra, ir puliendo la canción en tarima y repetir el proceso semana tras semana y cada vez con más canciones.
 A finales de 2005 ya habíamos grabado, mezclado y masterizado 10 de nuestras composiciones y habíamos diseñado el arte de lo que sería nuestro primer álbum. Camilo Mateus y Juan Pablo Velasco se encargaron de las fotos de la banda. Elízabeth Pulido completó el diseño con unas fotos viejas de Soda (un gato blanco que teníamos y que había muerto unos meses atrás) y le dio unidad a todo con los colores corporativos de la banda y nuestro propio logo, que habíamos empezado a trabajar años atrás con un chico llamado Juan Fernando que nunca volvimos a ver. Éramos una banda. Todos éramos una banda. Teníamos un nombre, teníamos música, teníamos un disco lleno de blanco, negro y naranja; teníamos un grupo de amigos que iba a vernos donde quiera que tocáramos, teníamos una canción en radio y dos videoclips listos (dirigidos ambos por Ricardo Salazar).
Soda en mis piernas - Mayo de 2005
En enero de 2006, cuando llegaron las cajas con 1.000 CDs prensados y abrí el primer celofán me dieron ganas de llorar. Lo había logrado. Antes de los 25 años - como me lo había propuesto - había hecho un disco con Sebastián y con Manuel. Entre amigos y seguidores vendimos las casi 2.000 copias que necesitábamos vender para recuperar los costos de diseño y prensaje. En una reunión con amigos de la universidad, Adriana Villegas me contó que su prima - Catalina Mejía - estaba trabajando en Codiscos y me sugirió llevar una copia del tiraje independiente de Empezar de Cero a su oficina. En abril nos llamaron a decirnos que les interesaba firmar a Gatoblanco con el sello WattsUp!, en junio firmamos el contrato y en agosto el álbum estaba en las estanterías de las discotiendas y nosotros emprendíamos un intenso y bonito proceso de promoción.
Manuscrito de la letra de Vienes Bien
Con el paso de los años entendimos que firmar con una disquera y sacar un álbum al mercado sería apenas un paso adelante en una carrera que ha demandado esfuerzos y hacer muchas otras otras cosas para no dejar de producir música. 
A Empezar de Cero le debo mucho. Por primera vez sonamos en radio, por primera vez tocamos en ciudades distintas a Bogotá y Manizales, por primera vez salimos del país y aparecimos en canales musicales. Ese disco que hablaba de las cosas que vivimos todos al salir de casa, me enseñó años después que la vida es un reinicio constante, un Empezar de Cero tras otro, un nuevo horizonte todos los días. No nos hizo millonarios ni famosos como hubiéramos querido a los 17 años, pero Empezar de Cero - finalmente - nos hizo músicos.

3 comentarios:

  1. Me encanto esta entrada, y nuevamente felicitaciones a los 3, músicos como ustedes hay pocos. Musicalmente los conozco desde que escuche en radio "vienes bien" y mi mamá me regañaba diciéndome deje de escuchar a esos mechudos, sin saber quienes eran ustedes, y aunque no tenia la conciencia musical que ahora tengo y conociéndolos en persona desde hace muy poco, puedo decir que los admiro mucho. Larga vida para Gatoblanco.

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  2. Creo que pocas cosas me conmueven tanto como el manuscrito de un libro o una canción. El computador es una herramienta bastante útil, pero escribir algo con puño y letra tiene un valor incalculable. Borrar, tachar, volver a empezar una palabra, una oración, una frase y luego releerlo y recordar lo que se sintió al escribir, eso vale oro. Por supuesto, qué bonita historia.

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  3. ¡Qué buenas fotos!
    La canción ni hablar...yo no sé si agradecerte, alegrarme, felicitarte o todas por ese regalo de canción. Es maravillosa. Está entre mi top 5 y no me canso de escucharla, de dedicarla, de sacarle el gusto a cada palabra.
    Espero escuchar pronto lo nuevo de Gb

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