miércoles, 23 de marzo de 2011

La donna è mobile





Mi amigo está casado desde hace unas semanas. No sé si está felizmente casado y no creo tampoco que él lo sepa a ciencia cierta. Cada tanto me llama y su cotidianidad marital, así como mi vida de soltero, hacen parte del menú de conversaciones. Mi amigo escucha con atención mis consejos porque, aunque nunca me ha casado, si viví alguna vez en función del compromiso y de ese engañoso 'para siempre' en el que se basan la mayoría de los matrimonios. Mi respuesta ante sus quejas, ante sus desahogos, ante sus gritos al mundo - mundo que básicamente soy yo - ha sido desde hace tiempo la misma: 
- Las mujeres son para quererlas, no para entenderlas.
Yo sé que es normal pelear por tonterías cotidianas, por pequeñas ridiculeces que con el paso del tiempo se hacen chistes o anécdotas olvidables pero en el momento parecen dramas insalvables que ponen en peligro ese engañoso 'para siempre' en el que se basan la mayoría de los matrimonios y las relaciones de pareja prolongadas; así que trato de minimizar cada uno de esos vendavales domésticos que azotan por temporadas la casa de mi amigo y su esposa.
Siempre que me llama a quejarse, él remata la conversación preguntándome por la mujer que atraiga mi cariño o mi interés en ese momento. En la última llamada, cuando me preguntó por ella, le dije: 
- "Lo que pasa es que las mujeres son más propensas al cambio que nosotros, más sensibles a las mareas, al viento, a las fases lunares y a los ciclos hormonales. Verdi y Piave tenían el asunto muy claro: 'La donna è mobile qual piuma al vento, muta d'accento e di pensiero'. Desde un principio uno debe saber en lo que se está metiendo. Fresco, la homosexualidad debe ser aún más complicada".





La donna è mobile - Rigoletto






La donna è mobile, qual piuma al vento,
muta d'accento, e di pensiero.
Sempre un amabile, leggiadro viso,
in pianto o in riso, è menzognero.
La donna è mobile, qual piuma al vento,
muta d'accento, e di pensier
e di pensier, e di pensier.
È sempre misero, chi a lei s'affida,
chi le confida, mal cauto il core!
Pur mai non sentesi felice appieno
chi su quel seno non liba amore!
La donna è mobile, qual piùma al vento,
muta d'accento e di pensier,
e di pensier, e di pensier!

La mujer es cambiante, cual pluma en el viento,
cambia de palabra y de pensamiento.
Siempre su amable, hermoso rostro,
en el llanto o en la risa, es engañoso.
La mujer es cambiante, cual pluma en el viento,
cambia de palabra y de pensamiento.
y de pensamiento, y de pensamiento.
¡Siempre es desgraciado quien en ella confía,
quien le entrega, incauto el corazón!
¡Aunque nunca se sienta plenamente feliz
quien de su pecho no beba amor!
¡La mujer es voluble, como una pluma al viento,
cambia de palabra y de pensamiento
y de pensamiento, y de pensamiento!

2 comentarios:

  1. Tiendo a querer pensar mis relaciones de hoy en día con el "pesimismo" del NO ES para siempre de entrada: de esa manera lo que se vive se vive ya, lo que pasa se recordará con cariño, se prepara uno para decepciones futuras (que casi serán seguras) y se afana uno a vivirlas ya y no a futuro, lo cual las hace mucho más emocionantes. La donna e movile, pero conociéndome, yo también.

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  2. Ah claro. Uno también es volátil y cambiante, pero casi que por elección. Sobre todo usted y yo. Por eso casi siempre combina uno con mujeres de mentalidades un poco más fijas. Chicas atípicas, diría yo.

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