lunes, 14 de marzo de 2011

When I'm Down (Otra historia de Jack y Molly)

- Sabes que odio que fumes, Molly - dijo Jack con la cabeza recostada en el abdomen desnudo de su amante.
- Supongo que cuando ella fuma no le dices nada.
- No hay caso, Molly, ella es un caso perdido.
- ¿Y no vas a escribir nada hoy? ¿Viniste a Austin de paseo?
- No lo sé, Molly, creo que estoy perdiendo el entusiasmo. Estos festivales son una repetición tras otra, una nueva versión de lo mismo, un círculo vicioso, como si el Lollapalooza fuera una versión de Woodstock, como si el South By Southwest fuera una versión del LAMC, como si ello fuera una versión musical del Sundance, del festival de cine de Berlín, como si el Hilton de Austin fuera una versión más cálida del Hilton de Londres, como si yo fuera una pésima versión de Truman Capote. El mejor crítico de rock de todos los tiempos jamás alcanzará la felicidad del peor bajista de la peor banda del mundo. Estoy harto Molly, siento que soy la caricatura risible de una depresión de Virginia Woolf, estoy cansado, muy cansado.

Molly se levantó de la cama con la intención de vestirse. La ropa tirada bajo sus audífonos gigantes, el sol dibujando su figura a contraluz, la marea infinita de sus pecas y lunares marcándole la espalda en una escena nunca repetible, el cigarrillo estrellándose contra el cenicero en la mesa de noche

- Yo soy quien debería estar harta, Jack. Sólo nos veríamos en estas convenciones si no fuera por mis viajes a Londres. Tú nunca vienes a Nueva York y la última vez tuviste el cinismo de venir con ella. Sólo me buscas cuando te sientes atormentado, cuando las cosas no van bien, cuando se te está cayendo el pelo o descubres que hay canas en tu barba, cuando el médico trae malas noticias, cuando rechazan otra de tus crónicas, cuando pierdes una de esas batallas que pretendes iniciar tú solo en momentos en que la vida ni siquiera te da problemas. Yo soy quien debería estar harta Jack, el paisaje nunca cambia, ahí esta la verdadera repetición el verdadero círculo vicioso, es como si cada una de tus tristezas fuera apenas una réplica de una tristeza anterior, estoy cansada de querer mostrarte música maravillosa y que parezcas tener los oídos sucios, tapados, llenos de moho. Vives en el pasado Jack y vivir en el pasado es la peor de tus enfermedades. Sólo me quieres cuando estás triste.
- Lo cual - dijo Jack mirando al techo - te garantiza mi amor eterno. 

Molly soltó una risita pueril, de esas inevitables, de esas que uno quisiera esconder y no puede. Vestida ya con una minifalda roja y una blusa blanca que dejaba sus hombros al descubierto, saltó sobre el cuerpo aún desnudo de Jack. Se inclinó hacia el frente sin dejar de mirarlo y digo en voz baja: "Te odio".

- ¿Vas al showcase esta noche? Hoy toca Chris Cornell.
- Claro que voy. Supongo que tú irás también y estarás esperando que toque algo de Soundgarden, te conozco bien, Jack Baker. Aunque no se lo digas a nadie estarás esperando que toque algo de Soundgarden. Probablemente Black Hole Sun. Eres tan predecible. Soy yo quien debería estar harta. Esta noche me quedaré en mi habitación. Estoy harta del whisky. Llévame un poco de alegría. Hoy quiero piña colada.

4 comentarios:

  1. ¡Me gustó tanto, tanto! Tiene un aire universal, es una historia que me gustaría leer completa y qu podría haber escrito igual un colombiano que un sudafricano.

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  2. A mí también me gustaría leer la historia completa, pero Jack y Molly me van entregando su historia por capítulos. Aquí hay uno anterior: http://gattocosmico.blogspot.com/2010/08/he-visto-lucy-un-cuento-musical.html

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  3. Ese man debe tomar Jim Beam! Hell Yeah. Si ve que todos tenemos algo de REP.

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  4. Sí señor, sería muy obvio que tomara Jack Daniel's y sí señor, todos tenemos algo de Rep.

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