martes, 26 de julio de 2011

Histrionismo

Me gusta la gente que no es fanática de nada porque el fanatismo hace que uno pierda la objetividad, aunque lamento un poco que no puedan experimentar esa deliciosa y dolorosa experiencia de querer o admirar algo o a alguien sin contemplaciones, sin explicar el apasionamiento que ese algo o ese alguien desata en uno.
Yo soy fanático de pocas cosas. Me gustan el América de Cali y la Selección Argentina, pero no les sigo el paso ni conozco sus alineaciones. Me gustan los carros chiquitos y bonitos, pero no podría enumerar las diferencias existentes entre un Mini Cooper y un New Beetle. Me gustan las guitarras Gibson y las Fender, pero no puedo decir por qué son mejores - o no - que una Paul Reed Smith o una Jackson.
Me apasionan - eso sí - la literatura de Borges y de Cortázar, los videoclips de Samuel Bayer, las historias cinematográficas de Charlie Kauffman, las pinturas de Van Gogh, la música de los Beatles, de U2, de Soda Stereo y de Cerati, de Stone Temple Pilots, las biografías y los diagnósticos póstumos sobre Kurt Cobain, la voz de Amy Winehouse, las fotos de Marilyn Monroe, las palabras de Truman Capote. ¿Puedo denominarme un fanático de todo eso? Tal vez sí, porque me gustan tanto que no logro juzgarlos de forma objetiva y porque de corazón siento dolor cuando personajes como ellos se van de este mundo (lloré como un niño pequeño cuando murió George Harrison, por ejemplo).
No sé si en otros países latinoamericanos tengamos esas tendencias histriónicas que hacen que todos adoremos a Radamel Falcao García cuando hace dos goles en un partido y lo detestemos al finalizar el partido siguiente por errar un penal, o que todos nos montemos al bus de la rabia cuando se descubre un nuevo caso de corrupción, o que todos alabemos la esperanza de la Ola Verde y después nos burlemos de la torpeza de Mockus, o que todos seamos fanáticos de Joe Arroyo ahora que está muerto.
La gente en las redes sociales se rasga las vestiduras, comparte enlaces a canciones de Joe Arroyo, se despide una y otra vez de "El Ausente" o "El Centurión de la Noche", títulos que sinceramente no comprendo de dónde salieron.
Ese histrionismo telenovelesco, ese espíritu de rebaño me cabrea un poco. Joe Arroyo fue un gran cantante, pero dudo que muchos de aquellos que se rasgan las vestiduras en el mundo 2.0 de verdad hayan sentido por él la adoración que le profesan ahora que está muerto. De repente en menos de una semana todos amaban a Amy Winehouse y a Joe Arroyo, de repente todos tenían una frase de Facundo Cabral para enseñar a sus hijos como reserva de sabiduría en la mañana en que fue asesinado y mientras tanto yo pienso - con empatía - en los verdaderos fanáticos de estos ilustres difuntos. A mí me molestó sobre manera ver a Jorge Celedón tocando De Música Ligera en Muy Buenos Días, porque sentía que ese tipo se me estaba metiendo al rancho, que estaba sacando provecho frente a la teleaudiencia del verdadero dolor de la familia, de los amigos y de los seguidores incondicionales de Gustavo Cerati. No sé si algo así estén pensando en este momento los verdaderos fanáticos de Joe Arroyo, no sé si el fanatismo se revele también en una especie de egoísmo que le hace a uno decir: "Este dolor es mío, no vengan a arrebatármelo".
Era un gran cantante Joe Arroyo, es muy cierto. Admiré su voz y me gustan muchísimo las grabaciones salseras que hizo con Fruko y sus Tesos, pero no voy a salir a las redes sociales a decir que muero de dolor, que Colombia está de luto, que hemos perdido al más grande. Cuando murió Rafael Escalona también perdimos al más grande, cuando muera Diomedes Díaz también perderemos al más grande; y así también cuando se muera Juanes, cuando se vaya Petrona Martínez o el Pibe Valderrama. Siempre, en este país tropical de histrionismo desmedido, nos subiremos todos a la ola de la felicidad o del dolor por los logros o las pérdidas ajenas.

9 comentarios:

  1. A mí me gustan mucho las canciones de Amy Winehouse y de Joe Arroyo, pero lo que me entristece de la muerte de ellos es más el hecho de que hayan sufrido que otra cosa. Es triste no poder hacer nada por gente que hizo música que lo ha acompañado a uno.

    Por otro lado, tambièn me da pesar pensar en las canciones tan buenas que pudo haber sacado A.W. y que no vamos a conocer. Con J.A. no me pasa lo mismo, porque èl sì tuvo tiempo.

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  2. Quien es Amy Winehouse? O como quiera q se escriba?

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  3. El viernes anterior a la muerte de Facundo Cabral estuve toda la tarde oyendo canciones de John Lennon. Lamenté que se hubiera perdido de una vejez en la que pudiera opinar sobre lo que no le gustaba, como lo hizo en sus 40 años de vida. Pienso algo muy similar con Kurt Cobain, me hubiera gustado verlo vivir la década pasada, quejarse de los talk shows y de los reality shows. La voz atemporal de Amy Winehouse se quedó sin darnos más, pero afortunadamente pudimos disfrutar de los dos discos que editó. Es una lástima que Joe Arroyo haya muerto y más aún que haya muerto en medio del oportunismo con el que muchas personas estaban esperando que muriera.

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  4. Yo estoy de acuerdo con Cosmo, yo pienso que es igual a la muerte de una persona cualquiera y que esta la familia, pero nunca falta el "sapo" que por amarillismo o por lo que sea, se acerca a dar el pesame o simplemente a mirar; sin conocer o tener una relación significativa con la persona que murio o con alguno de los familiares y/o amigos. Me parece un gesto totalmente hipocrita y sensacionalista, con la gran diferecia que todos estos personajes tienen una vida pública a diferencia de cualquier otra persona del común, por lo tanto esta ola de "pesames" se hacen sentir con mayor fuerza.
    Todo esto con excepción de las personas que realmente si fueron sus verdaderos fans y tuvieron una relación significativa con la vida del artista.

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  5. Hace días no me sentía tan identificado con una entrada de este blog.

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  6. La verdad a mi si me entristece la muerte del Joe, yo crecí escuchándolo, también aprendí a bailar con su música, pero no me puedo considerar una fanática.
    Por otro lado de Amy Winehouse solo conocía una canción y me parecía que tenia una voz magnifica, pero en sí nunca escuche su música.

    Lo que yo opino es que con tanto buen musico que ha fallecido la parranda que se esta armando en el cielo se esta poniendo como buena.

    lo que si sabemos es que las ventas de los discos del Amy Winehouse y de Joe Arroyo se van a disparar como si la muerte fuera una especie de técnica publicitaria, ¿por que no comprar los discos cuando ellos esta con vida? ¿Por que esperar a que mueran? no me parece

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  7. La muerte, como experiencia cercana y familiar o con la distancia física de un artista es un tema bien complicado. Estoy de acuerdo en que sin importar si la persona es famosa o no, nunca falta quien aparece a dar un pésame poco genuino, pero también es cierto que en medio de la infinidad de maneras de afrontar y expresar el dolor, algunas actitudes pueden ser malinterpretadas.

    Me molesta un poco esa actitud de los autodenominados "fanáticos verdaderos" porque es otra etiqueta que puede llevarse a extremos.
    Es cierto, mucha gente no conocía la música de Amy Winehouse hasta el momento en que falleció, a muchos de esos seguramente les gustará durante una semana, un mes o un año. Pero también habrá algunos que la apreciarán realmente y se preguntarán por qué no la escucharon antes.

    Es muy aburridor, eso sí, aguantarse a los que hacen tanto escándalo cuando no es en serio lo que dicen, pero hay que reconocer que a veces uno conecta con un artista en un momento que no parece ser el más indicado - como su muerte - y se ha perdido de disfrutar el desarrollo del músico mientras otros sí han estado ahí desde el principio, pero no por eso deja de ser auténtico ni se está robando el dolor de nadie. Mejor dicho, hay de todo.

    Estoy de acuerdo en que nuestra cultura la opinión se mueve para donde va el rebaño y no debería ser así. Mucho escandaloso por moda, pero sin convicción. Sin embargo, también es seguro que hay unos pocos que se rescatan.

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  8. De acuerdo. Me duele la muerte de Joe Arroyo y de Amy Winehouse, me duele muchìsimo, pero no creo quq con el hecho de inundar las redes sociales con cosas de ellos sea una buena forma de rendirles tributo.

    Lo que màs me molestò de todo el asunto, sobre todo con Joe Arroyo fuè la especulaciòn y la pelea meditàtica para ver quien era el primero en confirmar la noticia. Que repugnante.

    Por todo lo demàs, dejarlos que descancen en paz!

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