martes, 5 de julio de 2011

Old Love

It's just an illusion caused by how I used to feel - Old Love
Mi amiga llega en busca de consejo. Dice que me ha estado leyendo y que no puede creer el punto de evolución al que he llegado. Dice que estoy por encima del bien y del mal, que no necesito con quién descargarme, que en cualquier momento podría levitar y deshacerme en partículas de vapor para no reencarnar nunca más, que tengo la budeidad a la vuelta de la esquina.
Mi amiga me pide consejo y me dice que no puede deshacerse de ese amor viejo que no la va a conducir a ninguna parte, que quisiera encontrar una respuesta en los ángeles, en los astros, en la meditación, en el I-Ching, en las runas, en la psicoterapia. Parece como si todos hiciéramos parte de una misma cadena. Ella sufre por él (que la abandona a voluntad cada que le place), yo sufro por ella (que hace lo propio conmigo), otra ella sufre por mí (que juego con ella como un gato con su presa) y alguien más sufre por ella (que deliberadamente le resta importancia) y el ciclo se sigue repitiendo de forma infinita (como la rueda del Samsara) de tal manera que todos los incautos seguimos tropezando una y otra vez con la misma piedra.
Es cierto: cada día me acerco más a la tranquilidad porque por fin entendí que el amor - como lo entendemos los occidentales - no es más que una ilusión y que existen sentimientos compasivos mucho más amplios que nos ayudan a amar a alguien sin amarrarlo o sin sufrir por su ausencia; pero la budeidad está aún a distancias siderales.
Lo que pasa es que mi amiga no puede ver las pequeñas fisuras (las tengo bien escondidas) que tengo en este corazón endurecido y calloso. 
- Mira querida - le diría compartiendo un vino tinto - es algo así como lo que pasa con las yemas de los dedos de mi mano izquierda. Llevo años tocando guitarra y adaptando mi piel de tal forma que el hermoso acto de parir acordes o delinear escalas ya no me duele, pero tampoco puedo poner mis dedos al fuego y esperar que nada pase. Esos amores viejos son así. Vienen y descubren tus pequeñas fisuras (aunque estén bien escondidas) y te recuerdan que estás vivo y que estar vivo duele a pesar de perseguir lo contrario, de perseguir la tranquilidad, la budeidad, la ausencia de deseo o la perfecta comunión de dos personas que se aman de forma incondicional y tranquila.
Mi amiga y yo ya conocimos ese amor casi perfecto en el pasado. Lo que nos recomiendan ahora los astros, las runas, los ángeles, la meditación, el I-Ching y la psicoterapia es romper ese círculo vicioso. Infortunadamente nadie va a venir a decirnos cómo se logra.

3 comentarios:

  1. Definitivamente tu a mi me haces levitar con lo que escribes.

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  2. Esa idea tuya del amor, a la cual le has dado forma con el tiempo en este blog me ha dado vueltas en la cabeza un buen tiempo. Como mencionas en otra entrada, no sé si es por cultura o por costumbre, pero ese amor de novela, con tanto sufrimiento y drama no es constructivo en lo absoluto, hace daño y destruye. No había concebido la idea de "amar sin amarrar" hasta ahora y concede una paz indescriptible. Finalmente, la cosa es como con la materia y la energía: el amor se transforma todo el tiempo y es un tesoro encontrar el punto de equilibrio.

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  3. me encantaría por un día sentir que se siente ser amada por ti...

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