lunes, 11 de abril de 2011

Requiem for a DJ

Con un poco de vergüenza (sólo un poco) confieso que nunca antes había visto la Crónicas del Último DJ de Adrián McYorian. Anoche me debatía entre llamar por teléfono a una mujer y sentarme a ver los episodios del web show de McYorian y - como es evidente - me decidí por la segunda opción.
Hago música pero estudié comunicación social y los dos sueños que tenía con uno de mis mejores amigos de la época del colegio eran formar una banda y ser DJs en FM. Santiago se arrepintió de armar la banda y aunque también estudió CS&P nunca se le midió al micrófono. Con el paso de los años y con dos discos a cuestas me he dado cuenta que la lucha de la música y la radio en Colombia será una vaina de largo aliento y que tanto en un campo como en el otro tendemos a ser minoría o a ser irrelevantes para la masa vendedora de pauta. 
Lejos de estar desilusionado y pensar que el rock y el pop - así como los buenos DJs - van a desaparecer; las crónicas de McYorian me hicieron sonreír y vi el vaso medio lleno. 
Me alegra pensar que hay gente combatiendo el monstruo desde adentro, que hay tipos como McYorian, como Alejo Marín, como Álvaro Uribe (el DJ, no nuestro transtorado expresidente), como el Profe y como el notable y duradero Manolo Bellon; que han buscado la forma de mantener nuestros oídos limpios y curiosos. 
La automatización, la robotización, la payolización y la reducción eficiente de costos en la radio sólo puede ser frenada por los verdaderos DJs y esos DJs tienen una sola cosa que nadie más tiene en este querido medio en peligro de extinción: Criterio.

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